› escribo desde el sillón gris
› escucho la lluvia - no ha parado en más de 24 hrs.
donde pongo mi atención
pongo mi energía.
donde pongo mi mirada
pongo mi corazón.
donde me nombro
existo.
entonces la próxima vez
que algo se vaya
y mis manos no soporten el peso de una ausencia:
quiero distraerme con lo que llega
guiar mi atención a la bienvenida
posar mi mirada sobre el recuerdo
de todo lo que mis manos han sabido sostener
con fuerza
o con calma.
la próxima vez que algo
-por dentro o por fuera-
se agriete:
quiero distraerme con la luz
que acaba de encontrar
un nuevo camino
la próxima vez que llore
-el cielo o yo-:
quiero distraerme con la música
que se escucha
a lo lejos
pero se escucha
y bailar bajo mi lluvia
la próxima vez que se sienta el vaso medio vacío:
quiero distraerme con el agua
aunque sea poca
mojarme la cara con ella
respirar
y saber que me estoy regando
la próxima vez que no me quieran
como quiero que me quieran:
quiero distraerme con cómo quise
y la certeza de que el amor que doy
nunca es un desperdicio
y la próxima vez que se cierre una puerta:
quiero distraerme con la vista
que me ofrecen las ventanas
donde pongo mi atención
pongo mi energía
entonces la próxima vez
que la nostalgia del pasado
o la incertidumbre del futuro
me mantengan presa:
quiero distraerme con el presente
con el latido de mi corazón
con mi respiración
conmigo.
me encontré hace poco con ese texto que escribí hace meses en las notas de mi celular. lo sostengo y lo abrazo como un recordatorio; como un mensaje escrito en un avión de papel que a penas está cayendo a mis pies.
a veces olvido que final y comienzo son sinónimos. que en el mismo instante en el que algo termina, otra cosa está empezando. lo que pasa, es que muchas veces pongo mi atención en mi mirada solamente en lo que se acaba: en lo que se va: en la ausencia. quizás porque se siente que es lo único que está pasando en ese momento. quizás porque se siente inmenso y abismal. quizás porque pienso que no merezco mirar a otro lado.
olvido que puedo mirar la ausencia y vivir el final, mientras comienzo a habitar el comienzo.
puedo poner el punto final de mi historia con esa persona/en ese lugar/viviendo tal experiencia, etc. puedo escribir ese final mientras volteo a ver cómo poco a poco se desvela una nueva historia sin esa persona/en otro lugar/viviendo otra experiencia.
no hay final sin comienzo y no hay comienzo sin final. puedo sostener ambos. puedo contenerlos. caben.
no quiero perderme lo que llega por no saber cómo dejar de ver lo que se va.
quiero poder encontrarle la bienvenida a todas mis despedidas.
escribo esto en domingo mientras llueve. no sé si te hace sentido o sólo fue vómito verbal, pero ahí está.
oficialmente es verano :)
justamente estoy preparando una entrada para esta semana pero no me decido entonces tus deseos son órdenes:
¡gracias por leerme y por estar!
“Donde pongo mi atención, pongo mi energía”
Muy fan desde siempre 💙
Que hermoso esto (y real) 🤍